Bill Callahan, el hombre que hasta el 2007 se ha escondido tras el nombre de Smog para editar su música, se encuentra entre los grandes renovadores del rock estadounidense de las últimas dos décadas. Su último disco como Smog, "A River Ain't Too Much to Love", puede que no llegue a la altura de "Red Apple Falls" o "Knock Knock", quizás sus dos mejores obras, pero mantiene el listón muy alto gracias a unas composiciones a las que ha despojado casi por completo de arreglos y, sin embargo,...