Atardeció en las selvas virginales
Y en la quietud de mi suelo guaraní
Se oyó cantar muy triste a dos arribeños
Junto al fogón de un rancho de takuapi
Del rasguear de dos guitarras sonoras
Llevó el viento a otra distante región
El dulce son musical
Y el eco de esta canción
Para la tierna mujer
Como un arrullo de amor
Que mitigara el dolor
Del algún profundo querer
Larai larai laralá
Larai larai, laralá
Opurahéi asy lo mitã mbaraka joyvýpe amoite ka'aty ruguáre
Lejos de ti, al recordarte, mi amada
En el yerbal cuando llega la oración
Y el Sol se va con su roja llamarada
Este cantar me inspira tu evocación
¡Feliz el Sol, la Luna, el aire y la brisa
Feliz la flor que su perfume te da
Y el pajarito cantor
Que te suele despertar!
Envidia tengo del día
Que te envuelve en su arrebol
Quisiera ser, vida mía
La Luna, el aire y el Sol
Larai larai laralá
Larai larai, laralá
Larai larai laralá
Larai larai, laralá