Prácticamente vacía la terminal.
Practicando al empezar el día
la mejor forma de sentirse solo.
Corazones rotos cruzando el control de seguridad
fingiendo estar tranquilos con cara de sospechosos.

No dicen nada en las pantallas de información
de los retrasos que ganamos al olvido.
Nada impide echarle imaginación
rodeados de ejecutivos.

Tienes fuego pero no sabes quién eres.
Tengo miedo porque aún no se muy bien quién soy.
Qué suerte habernos cruzado la mirada,
Compartido unas caladas.
Qué suerte habernos rozado en el Smoking Point.

Prácticamente dormido entre caras de póker.
Falto de motivos para estar moderadamente orgulloso.
Luces de emergencia formando constelaciones.
Trozos de placer a precios económicos.

No llevo nada peligroso en el equipaje,
si no lo son restos de cosas perdidas.
Es el tiempo en este viaje la peor
arma de destrucción masiva.