Trepa por mi cuerpo y dame de comer
Dime que estoy muerto, que no nos pueden ver
Haz un ruido en mi alma, déjate vencer
Ahora hay nieve en tus manos
Y en tu voz ya no hay dolor
Y aunque estés muy equivocada
Y aunque tú ya no estés
En mi cuerpo hay mil espejos donde yo
Por donde yo te puedo ver
Por donde yo te puedo ver
Cuando nadie era nada
Cuando el ruido era vital
Cuando un beso era un juego
Cuando el juego era matar
Cuando era muy sencillo
Y podías distinguir
Cuando en tu cuerpo había nidos
Que yo podía destruir
Cuando intuías algo sucio
Imposible de explicar
Cuando tus ojos preguntaban estamos
Donde queríamos estar estamos
Donde queríamos estar estamos
Donde queríamos estar estamos