Kula Shaker nacieron a finales de los noventa en Inglaterra en plena tormenta brit pop, aunque lo suyo tuviera más que ver con el rock psicodélico y la mística de las bandas de los setenta. Liderados por el carismático Crispian Mills, lograron auparse a lo más alto de las listas de ventas con Tattva, y vender más de un millón de copias de su álbum de debut, K (96), un tratado de rock clásico teñido de espiritualidad oriental. Un éxito fulgurante al que siguió un silencio de una...