Su primer disco, Perpetual Burn (1988), demostraba la habilidad técnica y compositiva de Becker, con muchas influencias clásicas, principalmente barrocas (puestas de moda en la época por Yngwie Malsmteen) e influencias provinientes de Stravinski, es decir neoclásicas y serialistas, como se puede notar en todo su disco, además de las influencias de armonías orientales occidentalizadas que le inculca Marty Friedman en Cacophony y por supuesto, el rock, el heavy metal, thrash Metal e incluso...