Los compases de un vals serenata
En la noche serena del campo
Ofrendaba el poeta su vida
Con néctar de flores
Un cielo y amores
El cariño ya fue desde entonces
Como arrullos de cosas muy bellas
Fue un romance bajo las estrellas
Que brillaban con todo fulgor
Las rosas y jazmines
Con su aroma suave
Perfumaban el jardín
La Luna con su marco de plata
Escuchó
Mi bien yo te quiero
Mi bien yo te adoro
Nuestro amor infinito será
Palabras solo fueron
Dolor y falsia
Que trajeron penas
Con el desconsuelo
Toda la esperanza
De vida, de sueños
Destruyendo cual sino
Implacable
El más triste poema
De una ilusión