Muñeca querida
En tus ojos negros
Grandes cómo noche
De eterna ilusión
Se reflejan dichas
Placeres sublimes
Ensueño de vida
Edenes de amor
Y están sonrientes
Donde alegría
Y donde los tristes
Sufro en su penar
Y es que son tan bellos
Tus ojazos negros
Que alegres o tristes
Atraen igual