Llegaste cómo un rayo
Deslumbrante de luz
Yo andaba por el mundo
Sin amor ni quietud
Mis ansias
Ya se habían refugiado
Entre las ruinas
De mi pasado
Traias en tus ojos
En tus labios tu voz
La calida promesa
De un destino mejor
Mis manos y tus manos
Se juntaron
Y nuevamente
Palpitó mi corazón
Tú
Con la magia
De tu amor y tu bondad
Tú
Me enseñaste
A sonreír y a perdonar
Ves
Yo era un grito de rencor
En el trágico final
De mi desesperación
Ves
Todo aquello se esfumó
Como brumas en el mar
Al llegar la luz del Sol
Tú
Milagrosa
Musiquita de cristal
Tú
Me enseñaste
A sonreír y a perdonar
Tus besos, tus ternuras
Tú emoción y tu fe
Hicieron el milagro
De borrar el ayer
Aquel lejano ayer
Ensombrecido
Que nunca, nunca
Nunca más
Ha de volver