Tantas luces te han mareado
Con sus mundos de ilusiones
Y en su pecho se han quebrado
Las mejores ambiciones
De aquel hombre que antes fuistes
Ni las sombras quedan ya
Eres joven y estás viejo
Eres hoja que se vá
Tu suave mano, sedosa y blanca
Jamás luchando se encalleció
Ni ha sido nunca, la mano franca
Del hombre pobre que trabajó
Por eso cuando tú alma de hinojos
Llegue a la santa
Que más te amó
Perdón temblando
Dirán tus ojos
Por la amargura
Con que lloró