Melancólica imagen
Del último organito
Volverás
Por los antiguos
Callejones de barro
Cada vez que los tangos
Recuerden
Al arrabal perdido
Y renazcan los hombres
Y las cosas muertas
En el milagro de la evocación
Las ruedas embarradas
Del último organito
Vendrán desde la tarde
Buscando el arrabal
Con un caballo flaco
Y un rengo y un monito
Y un coro de muchachas
Vestidas de percal
Con pasos apagados
Elegirá la esquina
Donde se mezclen luces
De Luna y almacén
Para que baile en valses
Detrás de hornacina
La pálida marquesa
Y el pálido marqués
El último organito
Irá de puerta en puerta
Hasta encontrar la casa
De la vecina muerta
De la vecina aquella
Que se cansó de amar
Y allí molera tangos
Para que llore el ciego
El ciego inconsolable
Del verso de Carriego
Que fuma, fuma y fuma
Sentado en el umbral
Saludarán su ausencia
Las novias encerradas
Abriendo las persianas
Detrás de su canción
Y último organito
Se perderá en la nada
Y él alma del suburbio
Se quedará sin voz