Oye, yo te quiero
Y quiero que tengas tu corazón por sobre todo
Y quiero que seas mía para siempre, de algún modo
Sin que por ello pierda el viento intenso de tus alas
La dirección que tus anhelos den a tu mirada
Quisiera que lo entiendas bien

Siempre, yo te sueño
Atento como una criatura de la madrugada
Despierto de tanto escuchar tu voz, la honda tonada
Que así te canto y es mi causa y cauce ante el presente
Para el temor inmenso de perderte por perderme
Soñando desde antes que ayer

Oye, cada día
Existir es más como morir
Y suele ser que una fuerza destructiva
Todo lo renueva
Y hay que ser la ruina o la cimiente

Siempre, yo me esmero
Como una abeja obrera de tu colmena abnegada
Por no querer libar más miel que la de tus entrañas
Es que yo puedo darme hasta que el beso de la muerte
Me lleve al firmamento a buscarte nuevamente
Para otra vez saber nacer

Oye, te hablo en serio
Y no sigo escribiendo ni cantando por respeto
Porque de modo alguno quiero hacerme con tu tiempo
Solo quiero que sientas que puedes toda la vida
Contar conmigo porque guardo adentro una semilla
Que siempre tú haces florecer
Tú