Lo que les ha pasado a estos cuatro suecos de Jönköping en poco tiempo es la típica historia de un grupo de pop. Un primer disco que sabe a gloria titulado como la propia banda y que incluye canciones perfectas como "Lost" o "The companion".
Se llaman Philip Ekström, Henrik Ekström, Simon Fransson y Petter Agurén, los ha fichado el cada vez más influyente sello sueco Labrador y graban bajo el influjo del shoegaze pop y sobre todo de una banda mítica como pocas, Joy Division.